Clasicismo de vanguardia
Elegante, clásico e incuestionablemente contemporáneo, el 1908 es una prolongación de la intrepidez original de Rolex. Heredero del patrimonio estético de la marca y de sus innumerables innovaciones en relojería, el reloj marca un nuevo hito en la búsqueda de la excelencia de la marca. Este buen ejemplo de la proeza relojera de Rolex, con la certificación de Cronómetro Superlativo, lleva el clasicismo al futuro.